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Ramón Espinosa Solís, ingeniero electromecánico egresado de la Universidad de Guadalajara, creó placas de 1.20 x 2.40 metros hechas de botes de champú, botellas de leche y sillas rotas para construir casas ecológicas.
El tiempo de construcción y el costo son enormes beneficios: una casa convencional de 50 metros cuadrados dura entre 3 y 4 meses para construirse, mientras que una hecha con estas placas ¡solamente 3 a 4 semanas! Y el costo es de increíblemente ¡solo la mitad!
Y por si no fuera poco, la vida de la casa se estima en 100 años, mientras que una casa normal entre 50 y 70 años.
Este material no requiere de mantenimiento, aire acondicionado o calefacción para ofrecer una buena calidad de vida a sus habitantes ya que permite una ventilación cruzada, los materiales son aislantes, lo que provoca una transmisión de calor lenta, y es más resistente a movimientos sísmicos, debido a que es flexible.
El proceso de fabricación de este material es el siguiente:
1. Se separan los plásticos y se muelen;
2. Una vez molidos se hacen mezclas (sin necesidad de agua) de acuerdo a la rigidez que se busca obtener;
3. Se ponen en un horno a 220 °C para obtener las placas.
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